La OCDE pide a los gobiernos que graven las energías sucias

Los impuestos son eficaces para reducir las emisiones nocivas de gases de efecto invernadero, pero aquellos aplicados por las principales economías a las emisiones de CO2 no son suficientes para combatir el cambio climático, afirman expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el informe Taxing Energy Use (gravar el uso de la energía) 2018, publicado hoy.

El informe describe la evolución de este impuesto a los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) en 42 países de la OCDE y el G20, responsables colectivamente de alrededor del 80% del consumo mundial de energía y las emisiones de CO2, durante el período de 2012 a 2015.

En los sectores no viarios, que representan el 95% de las emisiones de carbono procedentes del uso de energía, el 81 % de las emisiones no están sujetas a impuestos, y las tasas están por debajo de una estimación a la baja de los costos climáticos de 30 EUR por tCO2 para el 97 % de las emisiones, afirma la OCDE.

“No existe un cambio estructural en el patrón de impuestos sobre el uso de energía entre 2012 y 2015. Esto es desconcertante”, dijo Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE. “En muchos países y comunidades se están realizando, o ya se han realizado, esfuerzos para implementar el principio de que quien contamina paga. Sin embargo, el progreso hacia un uso más eficiente de los impuestos para reducir las emisiones nocivas es lento y poco sistemático. Los gobiernos deben hacer más y mejor”.

Si bien los impuestos se encuentran entre las herramientas más efectivas para mitigar los impactos negativos del uso de la energía, “la mayoría de las emisiones no se gravan a niveles que consigan reducir el consumo de energía y limiten el cambio climático”, dice el informe de la OCDE.

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