Nuestras drogas están perjudicando la base de vida de los ríos

Muchas de las drogas que nos administramos llegan a las aguas residuales y de ahí pasan a los ríos. Hasta hace no mucho tiempo, poco se sabía de sus efectos, pero una reciente investigación con torrentes artificiales ha demostrado cómo un microcosmos de bacterias y algas fluviales puede verse sensiblemente alterado incluso por una muy baja concentración de anfetaminas.

Hace años que se estudia el agua de los ríos para determinar cuánta droga se consume en una ciudad. Una parte de cada sustancia siempre es excretada por nuestros organismos y las depuradoras no consiguen filtrar todos los fármacos y estupefacientes que entran en sus depósitos, por tanto solo es cuestión de saber cuánta población vierte sus aguas en un determinado río para hacer los cálculos pertinentes y obtener el resultado.

No se ha medido tanto, sin embargo, el efecto de estas sustancias sobre el ecosistema fluvial. Un reciente estudio de un año de duración se ha llevado a cabo en seis corrientes de agua de la cuenca de Gwynns Falls, cercanas a la localidad estadounidense de Baltimore.

El estudio se centró en las anfetaminas por ser la sustancia recreativa más consumida y por llegar a los ríos tanto a partir del consumo legal como el ilegal.

Además de estudiar esos espacios reales, los científicos recrearon las condiciones del río en el laboratorio, con piedras, limo, algas, bacterias, larvas de insectos, etc. Vertieron un microgramo (la millonésima parte de un gramo) de anfetamina por litro, y a las tres semanas comprobaron que la vida en los torrentes contaminados se diferenciaba mucho de los no contaminados.

La producción de algas se detenía. La biopelícula de microorganismos hacía peor la fotosíntesis y éstas crecían menos. Los insectos aceleraban su ciclo biológico y las diatomeas proliferan más que en los entornos en los que no se ha introducido la droga.

En definitiva, los equilibrios habituales de estos ecosistemas fluviales se ven marcadamente alterados por la presencia de estas sustancias, circunstancia que actualmente resultaría muy complicado evitar.

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