Concienciamos a alumnos de primaria sobre la contaminación marina y la importancia de la conservación del litoral
El viernes 29 de marzo, la Fundación Acuorum realizó la primera de las actividades programadas dentro del proyecto ‘Acción Litoral’. Se trata de una nueva iniciativa de educación ambiental impulsada por la Fundación que no solo se limita a la limpieza de la playa, sino que se motiva a los estudiantes que participan a entender el litoral canario, descubrir su importancia y la necesidad de su protección.
A la jornada asistió el concejal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Guía, César Medina, así como el patrono de la Fundación Acuorum, Daniel Montesdeoca y la gerente de la Fundación, Soledad Iess, quienes participaron activamente en la limpieza de la playa.
La primera de las acciones del nuevo programa se realizó en el municipio grancanario de Guía con la participación de más de 30 estudiantes de 3º, 4º y 5º de primaria del CEIP Miguel de Santiago. Se trató de una jornada donde los jóvenes pudieron acercarse a las maravillas de del entorno y sus afecciones a través de dinámicas y divertidos juegos en los que pudieron aprender sobre cuestiones como el reciclaje, la separación de residuos o los años que tardan algunos objetos de plástico de usar y tirar en degradarse. Asimismo, se les concienció sobre los problemas de la costa, participando activamente en su conservación a través de una limpieza de playa tematizada.
Los estudiantes pudieron comprobar de primera mano la cantidad de residuos que llegan a la playa procedentes de alta mar. Muchos de ellos proceden de los propios barcos que arrojan la basura al océano. Así, se encontraron numerosas redes de pesca, maderas, papeles y colillas.
La playa de San Felipe está situada en el extremo occidental de la costa de Lairaga. Su acceso, un camino en buen estado, se realiza a través del cruce de El Pagador. Es una playa poco turística y que cuenta con un fuerte oleaje. A menos de 500 metros se encuentra el famoso Cenobio de Valerón, un conjunto arqueológico declarado Bien de Interés Cultural en 1978. El cenobio era un granero fortaleza donde los antiguos canarios, almacenaban sus excedentes gracias a las numerosas cavidades de la piedra de este yacimiento arqueológico.
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