El color rojo de los charcos en Punta del Hidalgo no se debe a un vertido, sino a las algas
Ya son dos los veranos en que se repite la misma escena: varios charcos costeros de la zona de La Punta, en el norte de Tenerife, ven cómo sus aguas se tiñen de un color rojizo o marrón intenso. Hubo hace un año, y también lo hubo este verano, quien quiso achacar este curioso fenómeno a un posible vertido de pintura, pero un reciente estudio ha dado ahora con la respuesta, bien distinta de la hipótesis del atentado ecológico: el cambio de color se debe a la abundancia de algas.
Dicho informe -encargado por las concejalías de Playas, Piscinas y Aguas, elaborado por una empresa externa (Proamar 2007 Investigaciones Marinas) y sufragado por Teideagua- demuestra que el color rojizo se debe a la alta concentración de algas. La toma de muestras de fitoplancton revela que la conocida como “marea roja” obedece a un sobrecrecimiento, en según qué épocas del año, de aguas microscópicas, principalmente dinoflagelados.
El informe también explica por qué este fenómeno tiende a darse en primavera y en verano. Cuando soplan los vientos alisios, las aguas profundas ricas en nutrientes suben a la superficie y se calientan. El aumento de nutrientes y las altas temperaturas favorecen el desarrollo de los organismos que terminan tiñendo de rojo los charcos de las rocas costeras.