El valor de la vida silvestre
Los animales salvajes y las plantas silvestres, además de su valor intrínseco, contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
El Día Mundial de la Vida Silvestre nos brinda la ocasión de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. La celebración de este día también nos recuerda la necesidad urgente de combatir los delitos contra el medio ambiente y la disminución de especies causada por la actividad humana, que acarrean consecuencias negativas de gran alcance en el ámbito económico, medioambiental y social. Este es el motivo por el cual el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15 se centra en detener la pérdida de biodiversidad.
Grandes felinos, predadores amenazados
La celebración de este año del Día Mundial de la Vida Silvestre se centra en los grandes felinos, esos magníficos predadores que viven amenazados.
Ciertamente, estos carismáticos animales se cuentan entre los más notables y admirados del planeta, y, sin embargo, hacen frente a múltiples y diversas amenazas, en su mayoría causadas por la actividad humana. En general, las poblaciones disminuyen a un ritmo alarmante debido a la desaparición de su hábitat y sus presas, las interacciones con humanos, la caza furtiva y el comercio ilícito. Por ejemplo, la población de tigres ha disminuido un 95% en los últimos cien años, y la de leones africanos un 40% en los últimos 20 años.
En esta categoría de grandes félidos, además de los cuatro de mayor tamaño que rugen —el león, el tigre, el leopardo y el jaguar— también se incluyen, entre otros, el puma, el guepardo, el leopardo de las nieves o la pantera nebulosa. Estas especies están representadas en el continente africano, asiático y americano, una distribución prácticamente mundial.