La huella hídrica del consumo de carne
Cada 13 de junio se celebra el Día Mundial sin Carne. Se trata de una efeméride impulsada por la organización World Meat Free Day, cuyo propósito es concienciar a la población sobre la necesidad de reducir el consumo de carne por muchos motivos.
En la Fundación Acuorum nos hemos querido fijar en este día en la huella hídrica que deja tras de si el consumo de carne ya que hay datos realmente llamativos como que si 10 millones de personas sustituyeran el consumo de carne de una de sus comidas por una proteína vegetal, se ahorraría un gasto de agua a nivel mundial equivalente al contenido de 5.000 piscinas olímpicas. Es para pensarlo.
Para calcular la huella hídrica, se tiene en consideración el volumen total del agua que se usa directa e indirectamente en la producción de los productos que consumimos. Los cereales, la carne y la leche son los productos que más agua necesitan. Así, el 27% del agua se destina al cultivo de cereales, el 22% a la carne y el 7% a la leche.
Arjen Hoekstra, profesor de Gestión del Agua de la Universidad de Twente (Enschede, Holanda), fue el que creó el concepto de huella hídrica, que ha servido para empezar a concienciar y a desvelar cuánta agua requiere nuestro consumo de alimentos y bienes en general.
En España, el nivel de la huella hídrica es de casi 7.000 litros por persona al día. Se trata de una de las mayores de España y el profesor Hoekstra señala que es debido, precisamente, al elevado consumo de carne que hay en nuestro país. Señala, por ese motivo, la necesidad de entender que si consumimos menos carne, se reduciría la presión sobre el medio ambiente.
Se espera que 2050 la población mundial aumente hasta los 9.000 millones de personas por lo que si no se realizan cambios en la dieta, va a ser muy complicado garantizar la seguridad alimentaria. Se calcula que el aumento de la producción de carne alcanzará los 200 millones de toneladas, una demanda que será imposible cumplir por muchas razones. Según los datos facilitados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),hasta el 40% de los alimentos que se cultivan en el planeta se destinan a la alimentación animal, y se calcula que en las próximas dos décadas esta cifra podría alcanzar el 60%, y mucho más para el año 2050.