Las agricultoras y ganaderas tinerfeñas reclaman mayor visibilidad
El Cabildo de Tenerife ha sacado a la luz el estudio “Así hablan ellas”, sobre la situación de las ganaderas y agricultoras tinerfeñas, cuya principal conclusión es que las mujeres rurales están orgullosas de su trabajo pero se sienten invisibles a ojos de la sociedad y reclaman mayor reconocimiento de su actividad.
Esta investigación se enmarca dentro del proyecto “Mujeres rurales de Tenerife”, puesto en marcha en 2010 por el Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural. Su objetivo es incorporar la perspectiva de género y el principio de igualdad en el diseño de las políticas insulares de desarrollo rural. “Así hablan ellas”, empezó a realizarse en octubre de 2014, durante del sexto encuentro insular de agricultoras y ganaderas, donde se entrevistó a 50 de las participantes.
Además, se llevaron a cabo 30 entrevistas en profundidad a mujeres profesionales con distintas orientaciones productivas sobre asuntos relacionados con la conciencia de género y la existencia de desigualdades y discriminación sexista en el sector agrario. También sobre la percepción sobre su actividad, sus oportunidades de futuro y la utilización de las prestaciones del Servicio Técnico de Agricultura.
El 30% de las personas que trabajan en el sector agrario y ganadero en Canarias son mujeres. Estas sufren una doble discriminación, la primera inherente al género, es decir, por su condición de ser mujeres y, la segunda, por el hecho de trabajar en el sector primario. En el estudio “Así hablan ellas” se recogen numerosos ejemplos de situaciones discriminatorias con las que se enfrentan a diario: si van al banco, el director les pregunta si el marido está de acuerdo con la operación a realizar, en las reuniones de cooperativas no se sienten escuchadas o su opinión como técnicos agrícolas no es respetada ni valorada por sus compañeros masculinos.
Además, aunque están a favor de la innovación tecnológica en el campo para hacer las tareas menos fatigosas, lamentan que son los hombres quienes más exigen la maquinaria agrícola. Por último, quieren acabar con el estereotipo que les impone la sociedad, tachándolas de “incultas, brutas y sin oportunidades laborales”. La realidad es que las mujeres rurales de Tenerife están orgullosas de su labor y merecen el reconocimiento que reivindican.