Los pueblos indígenas controlan el 23% de la tierra de Latinoamérica
Según los datos publicados por el estudio “¿Quién ejerce el control sobre la tierra en Latinoamérica?, situación de los derechos indígenas y comunitarios sobre la tierra latinoamericana”, en el que se han analizado trece países de este continente, los pueblos indígenas controlan el 23% de la tierra de Latinoamérica.
La ONG The Rights and Resources Initiative (RRI) ha elaborado el estudio a nivel global y una de las mayores conclusiones extraídas es que en Latinoamérica la tierra en propiedad de las comunidades indígenas y locales supera la tendencia mundial, que es de un 18%. Efe Ilona Coyle, analista del Programa Global de la RRI, asegura que “en el trabajo a nivel mundial Latinoamérica es el líder. Nosotros analizamos sesenta y cuatro países y Latinoamérica, tan solo con trece, tiene un muy buen resultado”. Al mismo tiempo Coyle reivindicaba el caso latinoamericano como ejemplo a seguir para el resto del mundo en cuanto a relaciones con los pueblos indígenas.
Entre los trece países estudiados, no todos presentan un repartimiento igual de la tierra. México es el país donde los indígenas poseen un mayor porcentaje de terreno, el 52%. Le siguen Bolivia (36%), Perú (34%), Colombia (33%) y Brasil (22%). En cambio, Venezuela y Chile (3%), Argentina (2%) y Surinam (0%) son los países latinoamericanos en los que las comunidades indígenas poseen menos terreno nacional.
Sin embargo, el informe también pone en relieve el hecho de que este es solo un primer paso de reconocimiento legal de los derechos de estos pueblos, pero es necesario que se pongan en práctica y que se garantice el acceso a éstos para reducir la brecha de la desigualdad. Según el estudio, tres países de los trece solo reconocen la propiedad comunitaria, dos designan tierras para los pueblos indígenas y siete tienen regímenes de tenencia que reconocen tanto la propiedad comunitaria como el control.
En este sentido, sería necesario otorgar también concesiones comerciales para que las comunidades indígenas puedan explotar los terrenos adjudicados y contribuir al desarrollo de sus economías, muchas de las cuales dependen de la exportación de recursos naturales.
Con este informe la ONG quiere hacer un llamamiento en pos de “robustecer y hacer más sólidos” los derechos sobre propiedad de la tierra de las comunidades indígenas en Latinoamérica, así como en el resto del mundo.