Los refugiados climáticos
El cambio climático es ya una de las causas de los movimientos migratorios al intensificarse desastres naturales como inundaciones, tormentas, sequías y procesos de desertificación, provocando la pérdida de cosechas y, por tanto, el aumento de hambrunas.
Aunque la legislación internacional no reconoce como refugiados a quienes abandonan sus hogares por razones climáticas, ya hay estudios que abogan por crear la figura del “desplazado ambiental”, una persona que huye de su país de origen por los conflictos derivados de cambios geográficos y físicos en su entorno.
Según señala ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, una media anual de 21,5 millones de personas han sido desplazadas forzosamente cada año desde 2008 por amenazas relacionadas con el clima. El riesgo de desplazamiento es más alto para los países sin la capacidad o los recursos necesarios para hacer frente a posibles desastres naturales.
El 85% de las personas desplazadas por desastres naturales en 2016 se encontraban en el sur y el este de Asia. Sin embargo, teniendo en cuenta el tamaño relativo de la población, Cuba y las islas Fiji fueron los países más afectados durante 2016.