Objetivo: lograr el saneamiento para todos
Los retretes salvan vidas porque evitan que a través de las heces humanas se propaguen enfermedades mortales. Sin embargo, 4.500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura. Celebramos el Día Mundial del Retrete para concienciar acerca de la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que la resuelvan. Este año, la celebración se centra en el tratamiento de las aguas residuales, al igual que el pasado Día Mundial del Agua.
Para 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en concreto el ODS 6, tiene por fin hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, reducir a la mitad las aguas no tratadas y aumentar su reutilización.
Para alcanzar estas metas, es necesario que los excrementos humanos sean depositados, transportados, tratados y eliminados de una manera segura y sostenible. Miles de millones de personas en todo el mundo carecen de sistemas de saneamiento o no son efectivos. Como consecuencia, los avances en el ámbito de la salud y la disminución de la mortalidad infantil se ven gravemente perjudicados.
Asimismo, agua y saneamientos deficientes le cuestan a los países en desarrollo unos 260.000 millones de dólares al año, es decir, el 1,5 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB). Por el contrario, cada dólar invertido en esta área genera cinco gracias a la mejora de la salud y la productividad de las personas.
Recomendamos el artículo publicado por el presidente de la Fundación Acuorum, Ángel Simón, en su Blog personal analizando esta cuestión y su importancia para el sector del agua.